V&R Editoras
En un futuro lejano, luego de la devastadora Cuarta Guerra Mundial, humanos y androides se apiñan en las calles de Nueva Beijing, una de las seis comunidades de la Tierra. Una enfermedad mortal está arrasando la población. Y desde el espacio, la reina lunar observa cómo la peste lo va devorando todo, confiada en lograr el control del planeta. Cinder tiene 16 años y trabaja como mecánica. Su pasado es un misterio y su presente, no puede ser peor, bajo la tutela de su madrastra, que la explota y la denigra constantemente. Hasta que su camino se cruza con el del príncipe Kai, y se ve en medio de un conflicto intergaláctico y de un amor imposible. Atrapada entre la peste y un gran secreto, no sabe si escoger la libertad o la inmolación, hasta que ya no tiene opción y no puede elegir. Sin embargo, ella es especial. Ella es la única salida. Después de todo, así son los cuentos de hadas...
Cinder, ay ay ay, ¿Ya les dije que La Cenicienta es mi clásico infantil favorito? Así que supondrán que le tenía unas muy y demasiado altas expectativas a este libro. Creo que es el segundo retelling que leo, no sabía hasta qué grado se iba a parecer a la historia original, y me gustó. Tiene esta mezcla de retelling, con distopía y ciencia ficción que es perfecta. Empecemos...
Debo ser completamente sincera, no me llamaba la atención. Y de a poco le fui tomando ¿cariño? mm no, le fui tomando algo a la historia y me enganchó. Creo que fue más que nada la idea de la autora de volverlo un tanto tecnológico con todos esas partes metálicas o incertos, me refiero a los androides.
Desde un principio estaba un poco descolocada porque Meyer me tiró el mundo así de la nada y no cazaba una, pero poco a poco lo va explicando, me acostumbré y entendí.
En el transcurso de la historia sentí que algunas cosas eran un poco obvias, predecibles; pero tiene unos giros interesantes que me dejaron algo así como gritando: "¿¡QUÉ!?".
Como es un cuento de hadas, me siento obligada a hablar de las villanas: La madrastra, sí, odiable, muy. Y la Reina Levana, también. Las odié, completamente, tendrán sus razones para ser así, pero son unas malvadas, las dos. No caminan con las piernas, se mueven por el odio, el orgullo, la vanidad y la ambición.
El príncipe Kai es un príncipe, inexperto e insistente pero adorable. Y Cinder, uffffff, me encanta cómo se lleva con ciertos personajes pero a veces se me volvía insoportable. Espero ver una evolución de estos personajes en los próximos libros.
A pesar de que siento que le faltó un poco más de heroína a Cinder, esperaba un poco más de ella en ese final, esperaba que se decidiera más rápido después de tooooodo lo que vivió en la historia: ¡Quiero la continuación ahora!
¿Y ustedes ya lo leyeron? ¡Leo sus opiniones!
Ailen
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